China se ha convertido en el quinto país en tener tecnología capaz de realizar inmersiones a más de 3.500 metros, al ensayar con éxito su nuevo batiscafo tripulado. Durante los tests en el Océano Pacífico el aparato alcanzó una profundidad de 5.143 metros, declararon las autoridades del país.

La inmersión comenzó a las 3 de la madrugada hora local  de este miércoles. Según los datos facilitados por China, todos los sistemas del batiscafo funcionaron con normalidad. Durante los ensayos el aparato realizó una grabación de video, así como fotografías de las profundidades.

Antes que China, Rusia, EE. UU., Francia y Japón ya disponían de este tipo de ingenios para la exploración a grandes profundidades. Pekín ha anunciado además que para el año 2012 está planeada una operación, durante la cual el batiscafo descenderá a 7.000 metros de profundidad.